Para contrarrestar esa imagen, considerando que estamos en un año electoral, el Gobierno de la Ciudad anunció un pretencioso plan de inversiones en la extensión de las líneas de subterráneos. Según el plan presentado en sociedad, las líneas, a las cuales se deberá agregar las flamantes (y todavía inexistentes) F, G, H e I, provocaría que la mayoría de los porteños tenga un subte a menos de diez cuadras de su casa. Esto despertó resquemores en los empresarios del transporte y en los taxistas, que serán los primeros damnificados.

De todas formas, el plan permitirá descentralizar la actividad administrativa del distrito, puesto que muchas oficinas comunales se instalarán a la vera de las estaciones, sacando del microcentro lo grueso de las delegaciones. ►

Agosto 2001-08-17 ©