Ante la presión de muchas dirigentes femeninas (incluidas varias de la propia Alianza oficialista) se ha flexibilizado un poco la disposición. Se permitirá que se jubilen a los 60 años, pero con una tasa diferenciada (por supuesto que menor) con respecto a las que acepten hacerlo cinco años más tarde.

La sanción de esta reforma previsional, que está dentro del mismo paquete que incluye la eliminación del sistema solidario de las cajas estatales probablemente se haga por decreto del Poder Ejecutivo, aunque desde la Cámara de Diputados prometieron dura resistencia. Desde la justicialista Hilda González de Duhalde hasta las aliancistas Elisa Carrió y Alicia Castro se espera que la reacción haga mucho ruido, aunque pocos son los que esperan un resultado positivo. La diputda aliancista María América Gonzalez, prometió renunciar si el proyecto del Presidente de la Nación se aprueba.