En el breve intercambio coloquial, el Papa invocó la necesidad de que los estados encabecen políticas sociales para los mas pobres y marginados. Así mismo, conminó a mantener a la Argentina fiel a los postulados del respeto de la vida por nacer. De la Rúa aprovechó la ocasión para ratificar la vocación antiabortista de su país, ratificando una política que se prolonga desde su antecesor, Carlos Saúl Menem.

La visita presidencial a la máxima jerarquía del catolicismo despertó muchos comentarios en la Argentina a raíz de que en la comitiva fueron todos los integrantes de la familia y algunos amigos personales, la cual arribó tres días antes de la entrevista. En una de esas jornadas tuvo una encuentro con el Presidente italiano Carlo Ciampi, que pocas semanas antes había hecho una visita a Buenos Aires en medio de la indiferencia de la opinión pública argentina.