La hipótesis del suicidio con un disparo en el pecho de un arma calibre 38 se funda en las llamadas "extrañas" que tuvo en los últimos días con seres queridos y el número importante de misivas que dejó prolijamente ensobradas en las cuales funda su decisión fatal.

Nacido y graduado en la Ciudad de La Plata en 1923 y 1949 respectivamente, dedicó 12 años de su vida a la medicina en zonas rurales (concretamente en el pueblo Jacinto Aráuz, en la Provincia de La Pampa), desde donde partió en el año 62 a estudiar un postgrado en Estados Unidos. Allí, la misma Cleveland Medical Foundation que lo cobijó durante sus estudios hasta 1965, lo incorporó en su staff, donde alcanza su máximo distintivo profesional, ya que es considerado el creador de la técnica de "by pass" que le ha salvado la vida a millones de enfermos cardíacos en todo el mundo.

En la década del 70 retorna a la Argentina, donde recupera la actividad docente, que combina en 1975 con la formación y planificación de la Fundación que lleva su nombre.

En los últimos 20 años se convirtió en cita obligada para marcar opinión en los grandes temas nacionales.

Escribió varios libros en los cuales demostró su preocupación no solo por los temas médicos sino también por la historia y las consecuencias sociales de la globalización.

La muerte de su esposa, María Antonia Delgado en el año 98 lo había sumido en una depresión de la que estaba saliendo al rehacer su vida privada.

En los últimos años, su destacada Fundación Favaloro atravesaba importantes problemas financieros por deudas que presuntamente tenían organismos del Estado, en cifras que oscilan según las fuentes entre 18 y 40 millones de pesos. 

El GOBIERNO ESTA PREOCUPADO POR LA MUERTE DE FAVALORO

Cuando alguien se deshace en explicaciones sobre hipótesis, es muy evidente que está cantando en algún lado para poner los huevos en otro. De la misma forma que a las pocas horas de asesinado cruelmente el fotógrafo José Luis Cabezas el ex-Ministro Carlos Corach salía a "aclarar", el Gobierno de Fernando De la Rúa salió en forma "aluvional" que no tenía responsabilidad en el suicidio del cardiocirujano René Favaloro.

La sobreexposición del Ministro de Salud, el Dr. Lombardo y la inexplicable aparición del propio Presidente en el programa de América TV que conduce Llamas de Madariaga, son los principales vértices de una "necesidad" gubernamental de lavar culpas que siente como propias, aunque nadie las haya mencionado.

La política comunicacional del gobierno, permanentemente monitoreada por el Secretario de Medios de la Presidencia Darío Lopérfido y el renombrado publicista Ramiro Agulla se ha mantenido incólume ante problemas de gravedad como el "impuestazo" y el "ajuste", pero ha sido tomado por sorpresa por la desaparición física del cirujano Favaloro.

Desde el primer momento en que la opinión pública se convenció que era realmente un suicidio, y que lo más agobiante que tenía -al menos por lo que se sabe hasta ahora- eran las deudas que el Estado tenía con su fundación, el objeto de reproche se ha dirigido hacia la Casa Rosada.